sábado, 17 de noviembre de 2007

Cuando el noviazgo destruye

El noviazgo “destructivo”
Martha Morales

Los noviazgos destructivos son los posesivos e infantiles, los que asfixian, acosan, restan movilidad, tiempo, libertad, obstruyen y dificultan estudios, trabajo, deporte, relaciones familiares, sociales y amistades.

Hay que aprender a amar. Tomás Melendo dice que, hoy día este tema está ausente. Se confunde el amor con el sentimentalismo blandengue. Amar es querer al otro en cuanto otro. En el animal la referencia es siempre el “yo”, el bien propio. Hay cosas que le atraen y cosas que rechaza. El ser humano, en cambio puede poner entre paréntesis sus instintos y realizar algo porque ve que aquello es bueno, aunque a él eso no le atraiga o no le interese.

Cuando ama, el ser humano puede poner entre paréntesis su conveniencia, su comodidad, su placer. Amar es querer el bien; no es fácil perseguir el bien del otro porque hay una tendencia fuerte al egoísmo. Aquel bien que le ofrecemos a la persona amada ha de ser un bien real ha de ser algo que la mejore, y no que me beneficie sólo a mí.

Cualquier bien, sólo lo es, si mejora a la persona. ¿Qué quiere decir que lo mejore? Que lo haga más pleno, más cabal, más de una pieza; va a ser algo que lo acerque a su destino de amor, a Dios. Cuando queremos a una persona la enseñamos a querer, a refrenarse, a ser amable

Un novio destructivo, no escribirá cartas a su novia querrá acompañarla a todas partes, estará constantemente tratando de experimentar con ella besos y caricias profundas. Además buscará solo el lado sexual de la relación, le hablará por teléfono a todas horas, querrá verla desde temprano y procurará despedirse ya entrando la noche: Mostrará celos, hará amenazas y ejercerá una manipulación a veces escondida. Esa persona crea conflictos emocionales y quita la paz interior.

Cultivar una amistad previa
La definición de noviazgo puntualiza que es un compromiso –aunque a algunos no les gusta hablar de compromisos- de trato afectivo adquirido entre dos excelentes amigos.
Los cónyuges, antes de serlo debieron ser los mejores amigos. En caso contrario su matrimonio puede fracasar. Los novios antes de novios deben ser excelentes amigos.

Los jóvenes buscan constantemente a la pareja ideal, o al menos adecuada, y con frecuencia se equivocan, se decepcionan. Cuando un amigo les hace ver los defectos del ser amado (idealizado) se enojan. Entonces el amigo (a) se aleja murmurando que “el amor es ciego”.

No siempre es bueno cambiar una amistad por un amor. Pero el verdadero amor –el amor maduro- no es ciego, no idealiza. Enamorados de una cara o de un cuerpo solemos enfermar de premura pasional se despierta en nosotros un deseo de besar, abrazar, de sentir la cercanía del otro.

Cuando alguien dice: “No tengo tiempo”, hay que preguntarle: “para qué”, porque tiempo hay mucho. Hoy, algunos no tienen tiempo para la amistad porque han perdido el gusto por la amistad.

Etapas del enamoramiento
Cortejo.- Existe una química, un magnetismo, una atracción, una alegría de vivir. Es la etapa de las declaraciones amorosas. El tiempo de duración de esta etapa puede ser desde unos días hasta unos meses. Un joven puede amar, pero ¿cómo saber si realmente quiere a su novia (o)? La única manera de saberlo es preguntándole si lo hace mejor: estudiante, hijo, amigo; si a partir de que sale con él (ella) tiene mejores calificaciones y se supera más en el trato con la familia y con los maestros y compañeros.

Conocimiento.- es la esencia del noviazgo, la pareja se conoce profundamente de ambos. Se toman de la mano. Hay caricias ligeras. Es una etapa que puede prolongarse meses o años. Pero a veces no se conocen con el paso del tiempo, porque hablan de puros temas superficiales, o porque no se muestran como son. Si no se conocen los defectos del ser amado, no se le conoce en profundidad pues no hay seres perfectos. Una vez que se conocen los defectos, se tiene la impresión de que la otra persona insiste en ellos para molestar, y no es así, es un defecto o hábito que ya traía y que no se advertía. Decía una persona enamorada: “Cuando se enoja deja de ser él, lo desconozco”. ¡Pues conócelo! Pues así es, y aún es tiempo de terminar o de aceptarlo como es.

Compromiso.- existe promesa de amor y fidelidad. Se habla de exclusividad en el amor. Esta etapa es en la que se planea el matrimonio. Para que el amor crezca es necesario que supere dificultades, por eso es contradictorio que –ante una dificultad- se busque la evasión, porque ésta impide que crezca el amor. Para superar una dificultad hay que luchar y fortalecer el carácter.

Intimidad.- se ha cimentado una relación profunda y hay una comunicación de nivel profundo de virtudes y defectos, de manera de pensar sobre el matrimonio y la educación de los hijos. Se piensa en el futuro, en estar juntos toda la vida, “en las duras y en las maduras”. Si no se confías en que el ser amado va a mejorar, no hay nada que hacer. Lo que hace cambiar a la persona es la fe que se tiene en ella, en su reforma.


Muchas parejas no siguen este orden, dejan fuera todo compromiso y abrevian hasta lo imposible el tiempo. En cuanto sienten amor buscan las caricias íntimas. Es el caso típico de las novelas y de algunas parejas de Estados Unidos. Los personajes se enamoran y se acuestan.

Una relación sin conocimiento (2ª etapa) y compromiso (3ª etapa) está destinada a fracasar y dejará graves secuelas.

Tomas Melendo dice que hay que purificar nuestros amores. Podemos mejorar en muchos aspectos, pero como personas sólo mejoramos cuando acrisolamos la categoría de nuestros amores. Acertamos cuando decimos: “Voy a tratar de ser mejor única y exclusivamente para amar mejor a quienes tengo que amar”. Así, todo está en función del amor: Tengo que descansar para poder sonreír y querer más a quienes tengo que querer. ¿Por qué tengo que querer a los demás? Porque son personas.

Amar es desear que la persona amada se desarrolle, sea mejor y alcance la plenitud a la que está llamada. Amar es aplaudir a Dios, es decirle: “Con éste (ésta) sí que te has lucido”.

lunes, 12 de noviembre de 2007

El silencio de los Padres

El silencio de los padres

Por Rebeca Reynaud
En la nueva era, new age, vemos que el niño falta el respeto a sus mayores, y los padres callan. El hijo llega borracho a la casa, y los padres callan.La hija frecuenta a diario al novio, y los padres callan. El hijo o la hija llega a altas horas de la noche sin justificación, y los padres callan.
El miedo de los padres es una de las causas de desviación de los hijos.Muchas mamás dicen: "¡Pobrecito mi hijito!". Y no corrigen al hijo. El silencio posee su propia elocuencia.
Antes, los padres de familia educaban, con mayor o menor acierto, pero educaban. Podemos decir que en la actualidad existen muchos casos de miedo a ejercer el mando; ese temor en padres desorientados, es un fenómeno relativamente reciente. Y ese miedo tiene una estrecha relación con el deseo de no sufrir por un lado, y con la falta de información por otro.Expliquemos esto: existe un miedo generalizado al sufrimiento propio y ajeno -fruto quizá del afán de placer que nos invade-; así va ganando terreno una política de concesiones y de claudicaciones en la educación de los menores.
Aristóteles dice que el hombre feliz actuará conforme a la virtud y llevarálos cambios de fortuna con sumo decoro. Escribe: "se difunde el resplandor de la hermosura moral cuando un hombre lleva con serenidad muchos y grandes infortunios, no por insensibilidad al dolor, sino porque es bien nacido y magnánimo".
La autoridad es tema clave en educación; el problema radica en que muchos padres y dirigentes no tienen suficiente personalidad y en muchas ocasiones poseen una idea equivocada de la autoridad.Quizá el resultado más valioso de toda educación sea la capacidad paraobligarse uno mismo a hacer lo que tiene que hacer y cuando debe hacerse, le guste o no.
En vez de ofrecer una vida fácil al hijo, conviene capacitarle para una vidadura y áspera. Hay que iniciarlo, sin miramientos de falsa compasión, en los esfuerzos que probablemente tendrá que desarrollar un día.
Mientras la conducta de los jóvenes se encuentra en estado plástico, esnecesario que adquieran buenos hábitos: cada pequeño acto, vicioso ovirtuoso, deja cicatriz en ellos.
Falta de información
El miedo también se da en los padres por falta de información: no se sabequé hacen los hijos en el tiempo libre o cuando no se está con ellos, y nose sabe qué se debe hacer en un mundo en constante transformación.
A ese temor a ejercer la autoridad pueden haber contribuido las telenovelas, donde con frecuencia el tema se centra en los reproches de los hijos a los padres; les culpan de sus fallos o fracasos aludiendo a errores que los padres han cometido en su educación, y no reconocen que buena parte del mal procede del propio corazón.
Paternalismo es "dar el pez y no enseñar a pescar". "Si una opcióndesafortunada significa una cierta desdicha -dice José Maria Cabodevilla-, no hay mayor desdicha para un ser humano que haberse habituado a que se lo den todo elegido".
AUTORIDAD y PRESTIGIO
Los padres tienen autoridad por el hecho de ser padres; pero la autoridad se mantiene, se pierde o se recobra por el modo de comportarse. No será real si falta prestigio.
La palabra "prestigio" puede resultar ambigua. No es lo mismo el prestigio de un deportista, de un profesor o de un padre de familia. ¿Cómo se tiene prestigio con los hijos? por el modo de ser, esto es: por el buen humor, la serenidad y la naturalidad. Hay diferentes estilos de buen humor, pero todos se apoyan en el optimismo y en saber esperar, que se concreta en decir: confío en que podrás, espero cosas buenas de la bondad de tu corazón.
El optimismo, la serenidad y la confianza aseguran las mejores condiciones para actuar con firmeza y con flexibilidad, con suavidad y con fortaleza: SUAVITER ET FORTITER, como decían los antiguos romanos.La palabra autoridad deriva de auctoritas, que significa la fuerza que sirvepara sostener y acrecentar; auctor es el que sostiene una cosa y ladesarrolla. La palabra autoridad ha conservado las significaciones clásicas de crédito, garantía, poder y prestigio.
Tienen prestigio los padres que son muy comprensivos y muy flexibles, peroque a la vez son capaces de mantener en lo sustantivo una línea deactuación, sin dar bandazos, graduando la exigencia según las circunstancias, sin dejar nunca de exigir y de exigirse a sí mismos lamejora.Desprestigian la solemnidad y el dramatismo, el echar en cara, ellamentarse, los juicios temerarios y el mal humor.La autoridad es virtud, valía, prestigio; es la ciencia y la eficacia de una persona en un asunto, reconocida por otras personas. La autoridad no esindependencia, sino servicio, no es majestad sino excelencia. La autoridadpertenece al reino de la calidad.En cuanto al modo de ejercerla, la autoridad trata de convencer, de comprobar su validez; recurre al diálogo como instrumento de gobierno yacepta, en un clima de libertad, el compromiso de cada una de las partes conla verdad.
EL PRESTIGIO DEL OTRO CONYUGE
La autoridad vista como servicio debe gastarse, en primer lugar, en fomentar el prestigio del otro cónyuge. La vida matrimonial no es una competenciadonde al final se verá quién gana. No, es armonía, colaboración, o al menosasí debe serlo. Cualquier delicadeza es poca en este sentido. Hay sugerencias que ayudan a los hijos a descubrir valores en su padre o en sumadre que les habían pasado inadvertidos. Hay también silencios inoportunosy omisiones, que pueden hacer sufrir inútilmente.Existe una sobreestimación exagerada de las frustraciones infantiles. Por miedo a que el niño se traume se le evitan esfuerzos, sufrimientos yobstáculos, que forjan su carácter. Más adelante la vida por si misma se lospresenta, no saben enfrentarse con ellos... y es entonces cuando en verdad corren el peligro de traumarse.Lo normal es que en la vida humana haya dolor; cuando a un niño se leprotege en exceso, es difícil que sea maduro y que se valga por sí mismo.Si un padre desautoriza a su esposa ante el hijo, la función se degrada. En cambio, la potenciación de la autoridad del otro se puede hacer destacandoun detalle, en esas conversaciones privadas con cada hijo: "Te has fijadoen..." y se menciona un hecho edificante o se destaca una virtud. Y a continuación, se pasa a otro asunto. Hay cosas dichas como de paso queayudan a quererse más, a establecer una base más sólida para el ejercicio dela autoridad. En resumen se podría decir. "Más vale educar con deficiencias que no educar". Tú, ¿Qué opinas?